El poder de las empresas que se dedican al comercio internacional frente a aquellas que tienen presencia en el ámbito doméstico es superior. Un estudio revela que las PYMES exportadoras que utilizan como herramienta el transporte internacional crecen un 1,7 más que las que no lo hacen, e incluso pueden aumentar su volumen hasta un 11%. Apenas un 38% de las PYMEs mundiales se dedican a la exportación.
Casi un 80 % reconoce las posibilidades de llegar a clientes más allá de sus países de origen. Este dato demuestra que las pequeñas y medianas empresas conocen las posibilidades de la comercialización internacional, pero o no saben o no pueden llevarla a cabo. Para solucionar esta falta de confianza, además de apoyo y consejo, se necesita una logística fuerte y eficaz. Una empresa de transporte de mercancías especializada en todo tipo de transporte, sea internacional, terrestre o de mercancías garantiza esa unión con el extranjero.
Sin embargo, es posible que este panorama cambie de aquí al 2020. Las compañías tienen una clara visión de futuro, y de aquí a cuatro años un 55% de ellas se dedicarán al comercio internacional, lo que representa un aumento del 17% con respecto al nivel actual. Para alcanzar este crecimiento es fundamental una gestión logística impecable para adaptarse a los nuevos mercados, en especial los emergentes.
La globalización es mayor cada día y cada vez con más carácter internacional. Poder diversificar los productos y servicios permite que las ventas crezcan y aumente el volumen de negocio. El transporte de mercancías y el transporte terrestre son los más conocidos entre las empresas, pero se debe tener en cuenta el internacional para llegar a los mejores mercados.
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