La logística de almacenaje que necesita llevar a cabo una empresa es muy compleja, al contrario de lo que algunas personas podrían pensar. Este aspecto conlleva numerosas acciones u operaciones que han de llevarse a cabo a través de una coordinación óptima. Entre estas acciones se encuentra la de distribución o almacenaje, en la que nos vamos a centrar en el artículo de hoy.
Índice:
Existen multitud de personas que piensan que el almacenamiento de las productos o, en su defecto, de los materiales es uno de los factores más simples de la gestión de una empresa. Nada más lejos de la realidad, la logística de almacenamiento requiere de un trabajo minucioso puesto que deberán decidirse los criterios mediante los cuales se apilarán las mercancías para, posteriormente, trasladarla fuera del almacén para transportarla hacia su destino final. Estas acciones se van complicando más cuando contamos con diferentes mercancías y un tiempo limitado debido a la obsolescencia o deterioro de los productos con el paso de los días.
Esto se ve reflejado, por ejemplo, en las empresas del sector alimenticio, para las que resultaría casi imposible compartir o gestionar su almacenaje igual que una empresa dedicada al sector textil, por ejemplo. Las mercancías de la primera deberán estar el menor tiempo posible almacenadas para mantener el frescor de los alimentos, mientras que en las de la segunda no se requerirá tanta urgencia puesto que la ropa no es un producto perecedero, por lo que podrá mantenerse almacenada todo el tiempo que se requiera.
El FIFO, cuyo nombre viene de sus siglas en inglés “First In, First Out”, es una técnica de gestión de inventarios basado en la distribución de los productos por la cadena de suministro de manera que se seleccionan primero aquellos que caducan antes. Esto significa que, lo primero que se recibe en el almacén es también lo primero que sale.
Este sistema incrementa considerablemente los beneficios del negocio puesto que se asigna un coste menor a la mercancía vendida, lo cual constituye un factor positivo en el momento de presentar los resultados a acreedores, accionistas, etc. No obstante, también puede suponer un aspecto negativo en cuanto al pago de los impuestos.
El sistema FIFO se usa, sobre todo, en productos perecederos para evitar que estos se deterioren o lleguen a su límite de caducidad, puesto que, si los mantenemos almacenados hasta que eso ocurra, perderemos la posible venta de la mercancía y, por tanto, estaremos generando unos costes tanto económicos como ecológicos.
Se podría decir que esta técnica es la contraria a la del LIFO, de la cual hablaremos más adelante. La elección de un método u otro va a depender, como ya podemos intuir, del tipo de mercancía a la que dediquemos nuestra actividad.
Esta técnica logística cuenta con diversas ventajas que podrían ser decisivas para la elección de un método u otro:
Una vez conocemos bien los beneficios que nos aporta este método de almacenamiento, podemos pasar a conocer el método LIFO para poder definir de manera acertada el idóneo para nuestras necesidades logísticas.
La técnica de almacenamiento LIFO, -"Last In, First Out"-, es justo el sistema contrario al método FIFO. Mediante el uso del LIFO el último producto en entrar en el almacén es el primero que sale de él. Esto significa que conforma un sistema perfecto para productos que no cuentan con fecha de caducidad o que no son perecederos.
Por tanto, bajo la utilización del LIFO, son los productos novedosos o que menos tiempo llevan almacenados se envían fuera del almacén en primer lugar, por lo que no serán productos con caducidades muy determinadas.
Además, este sistema no solo se utiliza en el ámbito de la logística, sino que también es bastante frecuente verlo en la contabilidad de la empresa. Es el preferido por las compañías que se encuentran en periodos inflacionistas, puesto que el precio del producto va aumentando a medida que transcurre el tiempo, por lo que estaríamos efectuando ventas por las mercancías de mayor precio, lo cual disminuye el beneficio a efectos fiscales.
Los beneficios que puede reportarnos este método logística son las siguientes:
Como podemos observar son múltiples las diferencias que existen entre el sistema FIFO y el LIFO. Algunas de las más relevantes son las siguientes:
En resumen, el uso del método FIFO en la gestión de inventario ofrece ventajas como una rotación efectiva del inventario, reducción de pérdidas por caducidad, valoración precisa del inventario, mejora de la calidad de los productos, reducción de la obsolescencia y gestión eficiente del espacio de almacenamiento. Estas ventajas contribuyen a una gestión de inventario más eficiente y rentable para las empresas.
Debemos tener muy claro en qué circunstancias nos resultará más beneficioso el uso de un método u otro:
Antes que nada, lo normal sería utilizarlo si tu almacén es de productos perecederos, tales como alimentos, medicamentos o cosmética, así como por productos que podrían pasar de moda o estar obsoletos con mucha rapidez. Un caso en el que podría utilizarse el método FIFO, podría ser en los almacenes de empresas de frutas, por ejemplo, ya que lo normal es que la mercancía se abastezca por atrás, de forma que se empujan los artículos más antiguos hacia delante para que se venda primero lo más antiguo y no haya desperdicios.
La técnica FIFO, suele contar con sistemas de almacenaje basados en estanterías dinámicas, que consiste en sistemas equipados con caminos de rodillos montados en pendiente para el desplazamiento por gravedad de las paletas.
Si realizamos una correcta aplicación del sistema FIFO, conseguiremos una rotación de existencias óptima.
Este método suele ser muy útil para almacenar productos no perecederos o sin fecha de caducidad.
El sistema de almacenaje LIFO suele venir constituido, en contraposición al FIFO, por estanterías de almacenamiento industrial por acumulación, lo cual posibilita un almacenamiento optimizado gracias a la oportunidad de almacenar varios palets en fondo por nivel. Cuando se carga la mercancía, la carretilla empuja el palet hacia el fondo del canal. Las estanterías que más se utilizan para este tipo de almacenamiento son las estanterías push-back.
Además, para llevar a cabo este sistema de almacenaje pueden aplicarse dos posibles acciones técnicas; la primera a través de un camino de rodillos o por medio de plataformas, por lo que es un sistema óptimo para mercancías que cuenten con un nivel de rotación medio/alto y con dos o más palets por referencia.
Un supermercado recibe un nuevo lote de leche con fecha de caducidad del 15 de marzo. El supermercado tiene en su almacén otro lote de leche con fecha de caducidad del 10 de marzo. Según el método FIFO, el supermercado deberá vender primero el lote de leche con fecha de caducidad del 10 de marzo.
Una empresa de construcción compra un nuevo lote de ladrillos a un precio de 10 euros por unidad. La empresa tiene en su almacén otro lote de ladrillos que compró a un precio de 8 euros por unidad. Según el método LIFO, la empresa utilizará primero los ladrillos que compró a un precio de 10 euros por unidad.
Suscríbete a nuestra newsletter y recibirás las mejores noticias del mundo del transporte. ¡No te pierdas Nada!
Suscribirme