Entre febrero y marzo de 2019 entrará en vigor una modificación de los límites de velocidad en las carreteras españolas. En las carreteras convencionales los límites serán 90 km/h para turismos, motos y autobuses y 80 km/h para el resto de vehículos.
En autovía y autopista habrá tres límites: 120 km/h para turismos y motos, 90 km/h para camiones y furgonetas y 100 km/h para el resto de vehículos, incluídos autobuses.
En aquellas convencionales con separación física de los dos sentidos de circulación el titular de la vía podrá fijar un límite máximo de 100 km/h para turismos y motos. Las autocaravanas tendrán un límite de velocidad en función de su masa máxima autorizada y los automóviles con remolque, vehículos de transporte escolar y de menores o de mercancías peligrosas seguirán teniendo que circular con un límite de 10 km/h inferior al resto.
Se añade un límite máximo de 30 km/h en las vías sin pavimentar.
El motivo de la implantación de esta medida es que se ha estimado que reducir la velocidad en las vías convencionales es la clave para contener la accidentalidad. Según el informe de impacto previo elaborado por la DGT, esta norma reducirá un 10% de los fallecidos en las vías.
"Pequeñas variaciones de velocidad de circulación suponen grandes beneficios en términos de seguridad", señalan desde el Observatorio de la DGT. Varios datos apoyan esa idea: en las carreteras convencionales se producen el 75% de los accidentes con víctimas y la velocidad inadecuada es la causa concluyente en el 20% de los mismos.
"La velocidad tiene influencia directa en la frecuencia y severidad de los accidentes", señala el informe Velocidad y Riesgo de Accidente de 2018. Este informe, realizado por la OCDE y el Forum Internacional del Transporte (ITF), recuerda que "con más altas velocidades de conducción, el número de accidentes y su severidad crecen desproporcionadamente" y confirma que reducir la velocidad media 5 km/h en vías interurbanas reduce un 28% los accidentes mortales.
El estudio de OCDE e ITF determina que "el diseño de las vías y de los límites de velocidad deben tener en cuenta las fuerzas que el cuerpo humano puede tolerar y sobrevivir" y recomienda un límite de 30 km/h "en todas las áreas donde vehículos motorizados y usuarios vulnerables compartan el mismo espacio". En áreas con intersecciones y alto riesgo de colisiones laterales se recomiendan 50 km/h y en carreteras sin separación de sentidos 70 km/h.
Recientemente Hungría y Suecia redujeron temporalmente sus límites de velocidad en carretera. La reducción de 90 a 80 km/h en sus vías redujo un 41% el número de fallecidos.
La Velocidad Segura es aquella que, en caso de accidente, asegura que la probabilidad de lesiones a las personas implicadas no supere un determinado umbral. 30 km/h en zonas de convivencia con vulnerables, 50 km/h en carreteras con intersecciones y 70 km/h en carreteras con riesgo de colisión frontal son velocidades seguras.
Cada conductor debe tener en cuenta su capacidad y aptitud psicofísica, el estado del vehículo, de la carretera y las condiciones climatológicas para circular a una velocidad que le permita frenar, tomar las curvas y adelantar con tranquilidad, reduciendo el azar y evitando accidentes. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OCDE recomiendan un límite de 70 km/h para las vías interurbanas sin separación de sentidos.
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