Transporte de mercancías y embalaje

Un embalaje adecuado es imprescindible para trasladar cualquier carga. Esto es fundamental en el transporte internacional de mercancías. Tienen que ir protegidas, ya que van a recorrer largas distancias, van a ser manipuladas varias veces, y queremos que lleguen íntegras a su destino. Por tanto, para efectuar un envío de este tipo, debemos tener en cuenta varios factores: la responsabilidad es del remitente, en caso de deterioro.

Tipos de embalaje

Para el cierre, se puede utilizar cinta adhesiva sensible a la presión, con al menos 48 milímetros de anchura. Los materiales adecuados son el propileno, el vinilo o el papel reforzado con fibras. Debemos sellar todas las aberturas, incluso reforzar la parte inferior y el centro del paquete.

Por último, la etiqueta, que debe ser una copia del albarán, donde figuran todos los datos, debe ir en la parte superior del empaquetado. Si se trata de mercancías frágiles, debe ser advertido mediante etiquetas adicionales en el exterior de la caja.

Es aconsejable revisar la legislación sobre mercancías prohibidas o de traslado restringido, antes de enviar la mercancía.

En el caso de transportar mercancías por vía aérea, hay que añadir alguno más.

La vía aérea es la más rápida para el transporte internacional de mercancías y, por tanto, una de las más utilizadas. Los embalajes dependen del producto y de las propias cargas de los aviones.

Hay varias opciones:

- Utilizar contenedores de carga, que las propias empresas de logística ofrecen. Acordes a las bodegas de los aviones.

- Crear paquetes individuales propios con unos finos palés de aluminio que están cubiertos por redes. Acordes, también expresamente para los aviones y garantizan la integridad de la carga que llevan.

- Usar contenedores de plancha de fibra. Para mayor seguridad, tienen un recubrimiento de espuma de poliestireno. Si se utilizan para mercancías que necesitan refrigeración, se consigue con gel o hielo fresco. Para transportar productos peligrosos, se necesita un envase certificado por un laboratorio oficial.

En definitiva, el embalaje para transportar mercancías de forma internacional está muy regulado. Gracias a esto, los productos llegan a su destino sin sufrir desperfectos.