Un estudio del Comisariado Europeo del Automóvil o, lo que es lo mismo, la Fundación CEA, avisa a los profesionales del transporte terrestre de los riesgos que comporta la falta de un descanso óptimo para la conducción. El reposo es efectivo cuando es suficientemente largo y la calidad del sueño es adecuada. Es decir, cuando, durante el tiempo en el que el transportista está durmiendo, su actividad cerebral se interrumpe y logra, efectivamente, descansar.
La investigación pone el acento en la fatiga del conductor, sobre todo, en el transporte internacional de mercancías, y, para ello, desvela una serie de datos alarmantes. Alrededor del 60% de los encuestados admite haber padecido microsueños mientras pilotaba su vehículo. Estos episodios de sueño de menos de un minuto provocan el 24% de los accidentes mortales en carretera.
De estos conductores, más de un 70% dicen que alguna vez han tenido la sensación de haberse quedado dormidos al mando de su vehículo. Además, solamente la mitad de ellos descansan cuando sienten la fatiga. Los accidentes mortales que suceden cuando uno está trabajando son, en su mayoría, entre semana y en horario diurno (de 8 a 20). Es decir, en recorridos en los que el conductor se relaja, por hacerlos cotidianamente.
Estos trayectos se suelen llevar a cabo cuando un profesional de una empresa de transporte de mercancías está cansado, lo que, unido a las prisas y la rutina, los convierten en un cóctel explosivo para la seguridad vial.
Con estos datos sobre la mesa, la Fundación CEA reclama más intervención institucional en la concienciación sobre el grave impedimento que supone la somnolencia al volante, para evitar los accidentes mortales. Pide campañas que incidan en los riesgos y aspira a que la Unión Europea unifique una normativa común para que los vehículos sean equipados con dispositivos de seguridad contra la fatiga.
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