Cómo calcular la base imponible en una factura

La base imponible en una factura es la cantidad sobre la que se va a hacer el cálculo de impuestos. Debido a ello, siempre debe aparecer en la factura.

Podríamos decir que la base imponible es la medición del hecho imponible. Y, ¿qué es un hecho imponible? Un hecho imponible marca el nacimiento de una obligación tributaria, de manera que es uno de los elementos que constituyen el tributo.

Para simplificar un poco estos términos explicaremos su desarrollo de manera sencilla. Para empezar, como es lógico, cualquier transacción económica lleva adheridos ciertos impuestos como puede ser el IRPF o el IVA para las personalidades jurídicas, es decir, empresas o profesionales.

calcular base imponible

En el IRPF, la base imponible sería la suma de todos los ingresos, las rentas de cualquier tipo (dinero o especie) que una persona obtiene a lo largo de un año. Una vez sumados estos importes se les aplicará un gravamen determinado para calcular el importe exacto a abonar en el impuesto correspondiente.

En este sentido, a la hora de hacer la Declaración de la Renta, la base imponible más habitual será la conformada por el salario, los rendimientos de trabajo a lo que le restaríamos el porcentaje correspondiente para pagar la Seguridad Social, que ronda entre un 6% y un 7% del salario bruto. En el caso de que haya más de una renta salarial también se sumarían.

Por tanto, en las facturas, como comentábamos, la base imponible será la cantidad sobre la que luego se calcularán los impuestos a pagar por el contribuyente, es decir, el total de la factura sin contar los impuestos ni las retenciones.

Como resultado vamos a obtener la cuota tributaria, que es el resultado de aplicar el tipo impositivo a la base imponible correspondiente. Una vez hecho esto, debemos sumar la cuota tributaria a la base imponible y obtendremos el importe final de la factura en cuestión.

Por ejemplo, si cuentas con una empresa y le dices a tu cliente que le vas a cobrar 500€ por el servicio, en realidad, le estarías dando el valor de la base imponible, puesto que luego a eso le tendrás que sumar el IVA y las retenciones para hacer la factura.

No debemos olvidar que en el impuesto de la renta existen dos bases imponibles distintas en función del origen de las rentas obtenidas. En primer lugar, está la base imponible general o común que es en la que se incluyen los rendimientos de trabajo y algunos de capital mobiliario como los alquileres, por ejemplo. Y, por otra parte, tenemos la base de ahorro del IRPF en la que se reflejan los rendimientos de capital inmobiliario, como pueden ser los intereses de un depósito bancario o las rentabilidades correspondientes por la participación en un fondo de inversión, venta o transmisión de bienes, etc.

Asimismo, cada base imponible va a tributar de manera distinta. Por ejemplo, en el IVA, la base imponible se conforma por el importe total de la operación que se haya realizado.

Pero, como en realidad quedan claros los términos es con la propia experiencia. Por ello, a continuación te dejamos un ejemplo de cuál sería la base imponible en una factura.


¿Cómo calcular la base imponible en una factura?

Para realizar el cálculo de la base imponible en una factura debemos hacer una diferenciación entre las facturas que únicamente llevan IVA y las que incluyen también el IRPF.


Factura solo con IVA

Si continuamos con el ejemplo anterior de los 500€ que le has dicho que le cuesta el servicio a tu cliente, a la hora de hacer la factura tendremos que calcular la cantidad de IVA para ir haciendo el desglose correctamente en la factura de venta que posteriormente deberás entregarle a dicho cliente una vez finalicen tus servicios.

Si el total de la factura son 500€ y el IVA es del 21% (régimen general), simplemente tendríamos que hacer una división entre el importe total y el IVA, es decir:

500€ / 1,21 = 413,22€, es la cantidad neta que realmente estás cobrando por el trabajo realizado.

Por tanto la factura de venta se vería de la siguiente manera:

  • Base imponible= 413,22€
  • IVA (21%)= 86,78€.
  • Importe a cobrar = 500€.

No obstante, cabe destacar que el IVA es un impuesto que pertenece a Hacienda, lo que quiere decir que tú solamente eres un mero intermediario, puesto que cuando llegue el final del trimestre lo tendrás que abonar presentando el modelo 303 de auto liquidación del IVA.


Factura con IVA e IRPF

En el caso de las facturas que también incluyen el IRPF, su cálculo no es tan sencillo como el anterior. Para ello, necesitaremos realizar una ecuación, que será la siguiente:

X + 0,21 X – 0,15 X = Precio final.

La "X" la sustituiríamos por la base imponible IRPF (la información que falta). Si suponemos que se aplica un 15% de retención y un 21% de IVA, para un precio final de 500€, el cálculo se realizaría de la siguiente manera:

X + (0,21X) - (0.15X) = 500

X (1+0,21-0,15) = 500

X * 1,06 = 500

X = 500/1,06

X =471,70€

Por tanto, la base imponible de esta factura de venta será 471,70€.

Como hemos indicado, y a modo de resumen, la base imponible siempre debe aparecer en la plantilla de la factura, ya que en función de ella calcularemos la cuota tributaria, así como el importe final de los productos o servicios que hemos vendido.

Además, cabe destacar que existen programas de facturación que permiten el cálculo automático de estos impuestos sobre la base imponible, lo cual es un factor muy beneficioso tanto para empresas como autónomos que pueden resolver sus obligaciones tributarias de manera muy sencilla a través de esta opción.


¿Cómo sé el IVA que se está aplicando en la factura?

Existen tres tipos de IVA que pueden aplicarse en las facturas en España. El tipo de IVA ira en función de la clase de producto o servicio del que se trate. En este sentido:

Tipo superreducido del 4%

Para productos básicos como leche, huevos, queso, fruta, verdura, harinas panificables, hortalizas, legumbres, tubérculos, cereales y medicamentos para el uso humano.

Tipo reducido del 10%

Para agua, medicamentos para uso veterinario, transporte de personas, hostelería, entradas a eventos deportivos, medicamentos sin IVA superreducido, gafas graduadas, reparaciones de edificios, servicios de recogida de residuos, servicios de biblioteca, arrendamientos con opción a compra, etc.

Tipo general 21%

Productos no citados en los anteriores apartados.

Igualmente, cabe destacar que existen casos o productos para los que no se aplica ningún tipo de IVA, es decir, están exentos de IVA, por lo que en el momento de venderlos no tiene que aplicarse ningún porcentaje en este sentido.

Si tienes dudas o discrepancias sobre el IVA aplicado en una factura, lo más recomendable es ponerse en contacto con el emisor de la factura, ya sea la empresa o el proveedor, para obtener aclaraciones adicionales.


Por tanto, es importante tener en cuenta que la forma de presentar el IVA en la factura puede variar según el país y las regulaciones fiscales locales. Además, en algunas situaciones especiales, como las operaciones intracomunitarias o las exportaciones, puede aplicarse un régimen de IVA diferente. Por tanto, es recomendable consultar las normativas fiscales vigentes en tu país o buscar asesoramiento profesional si tienes dudas sobre el IVA aplicado en una factura específica.

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