Los principales combustibles para el transporte de mercancías

En el ámbito del transporte de mercancías, como podrás intuir, los combustibles más populares y, por lo tanto, los más utilizados son la gasolina y el diésel. No obstante, existen multitud de fuentes alternativas perfectamente capaces de proporcionar energía a un vehículo. Algunos de los tipos de combustible más usados para el transporte, además de la gasolina y el diésel, son:

Biodiésel

La energía de biomasa da lugar a un combustible energético obtenido directa o indirectamente por medio de recursos biológicos. De esta manera, obtenemos el biodiésel que es un biocombustible sintético líquido obtenido a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales.

Combustibles transporte de mercancías

Gas natural

Es el combustible alterno más práctico y uno de los menos contaminantes en la actualidad. Esto supone que su uso en motores diésel sea la alternativa más viable al problema que atravesamos en cuanto a la contaminación.

Alcohol

El etanol y el metanol son bioalcoholes utilizados como fuente de energía. El etanol, en su caso, puede utilizarse solo o mezclado con gasolina, resultado al que se conoce como gasohol. Por el contrario, si lo mezclamos con gasolina servirá para oxigenarla.

Electricidad

Esta forma de energía es la más utilizada, especialmente en vehículos híbridos y eléctricos.

Vapor de agua

El vapor de agua es un gas obtenido a partir de la evaporación o ebullición del agua líquida o por sublimación del hielo que se utiliza en los barcos de vapor.

Cabe mencionar que los combustibles “tradicionales” - entendiendo como tradicionales aquellos que derivan del petróleo, como la gasolina o el diésel - están cada vez más en un periodo de decadencia debido a la preocupación medioambiental, además de los cada vez más altos precios que estos suponen, sumado a las nuevas restricciones e impuestos. Esta situación nos lleva a barajar otras alternativas más rentables y respetuosas con el medio ambiente. Dichas alternativas son conocidas como combustibles limpios.


Etiquetas para combustibles

Desde el 12 de octubre del pasado año 2018, existen unas nuevas etiquetas de combustible para los Estados miembros de la UE, así como para Islandia, Liechtenstein, Noruega, Serbia, Macedonia, Suiza y Turquía. Este etiquetado ha surgido con el fin de servir como ayuda a los consumidores para que selecciones el combustible más adecuado.

¿Cómo escoger el combustible adecuado?

Las etiquetas de la gasolina tienen forma de círculo y tienen una letra "E", la cual indica los biocomponentes específicos presentes en la gasolina. Por su parte, el gasóleo cuenta con una etiqueta cuadrada con una letra "B" que igualmente indica los componentes determinados de biodiésel que se encuentran en este combustible.

Las letras "XTL" referentes al gasóleo significan diésel sintético, lo cual quiere decir que este no deriva del crudo del petróleo.

Por último, para los vehículos de combustibles gaseosos las etiquetas tendrán forma de rombo.

En general, se recomienda que se sigan las recomendaciones del fabricante del vehículo o equipo en cuanto al tipo de combustible que se debe utilizar. Si hay opciones entre diferentes tipos de combustibles, se debe considerar los factores mencionados anteriormente para tomar una decisión informada.

En resumen, para elegir el combustible adecuado para el transporte de mercancías por carretera, es importante considerar el tipo de vehículo, la distancia del transporte, el costo del combustible. Al evaluar estos factores, puedes tomar una decisión informada sobre el combustible adecuado para tu empresa.


¿Cuál es el combustible más rentable para el transporte?

Este factor es de gran importancia para conseguir unos buenos resultados en lo que al transporte se refiere. Necesitaremos conocer qué tipo de combustible es el que nos resulta más rentable para el uso habitual, es decir, sin contar con el desembolso inicial que nos supone la compra de un vehículo. Tenemos que tener en cuenta los siguientes factores:

  • La gasolina es el combustible más caro del mercado actual y requiere un consumo mayor que un vehículo diésel.
  • Por lo general, los vehículos diésel tienen un consumo más bajo que los de gasolina, el precio del combustible es menor y cuenta con un nivel de emisiones de CO² inferior.
  • Los coches híbridos cuentan con un bajo consumo en ciudad ya que están impulsados por un motor eléctrico, pero su consumo por carretera es superior al de vehículos diésel debido a su mayor peso frente a estos.
  • La gran ventaja del gas natural es su precio fijado por la directiva europea, por lo que se mantiene constante. Es más barato y menos contaminante como veremos en los siguientes apartados.

¿Qué son los combustibles limpios?


combustibles limpios

Los combustibles limpios son aquellos combustibles que, debido a sus propiedades físicas o químicas, producen un nivel de polución inferior a otras alternativas derivadas del petróleo como la gasolina. Algunos ejemplos, mencionados arriba, son la electricidad, el alcohol, el etanol y, por supuesto, el gas natural.

Para entender un poco mejor cómo funcionan estos combustibles debemos tener claro que los combustibles convencionales emiten mezclas complejas de compuestos que son tóxicos y perjudican notablemente la capa de ozono, llevando la formación de esta a nivel suelo.

Por lo general, los combustibles limpios emiten menos hidrocarburos y los hidrocarburos que emiten son más lentos en formar ozono y, por tanto, menos tóxicos. Los vehículos propulsados por tipos de combustible como la electricidad, gas natural o alcohol pueden llegar a dañar hasta un 90% menos que los movidos por gasolina normal o derivados del petróleo.

Este aspecto ha sido motivo de diversos análisis y controversias que han determinado que no cualquier biocombustible contribuye realmente a disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Un ejemplo de esto es el etanol, para el cual los estudios demuestran que el etanol producido con maíz no contribuye a resolver el problema, y el obtenido a partir de la caña de azúcar solo tiene un efecto positivo en el caso de obtenerlo de manera muy eficiente y aprovechando íntegramente los subproductos resultantes.

En definitiva, si se utilizan combustibles fósiles para la producción y transporte de los biocombustibles, las emisiones asociadas de dióxido de carbono y óxido nitroso (gas de efecto invernadero muy potente) compensan en gran medida los beneficios de usar combustibles renovables.

Los combustibles limpios suponen beneficios además de sus ventajas en cuanto a la contaminación del aire. Estos nuevos combustibles supondrían para los consumidores nuevas alternativas que podrían reducir de manera significativa nuestra dependencia del petróleo importado.

No obstante, debemos destacar que para la implantación de estos nuevos combustibles limpios se deben realizar grandes inversiones en infraestructuras para poder, por ejemplo, realizar la electrificacion de los medios de transporte. Sin embargo, no todo iban a ser malas noticias, sino que una vez realizadas estas inversiones observaremos que los costes operativos son un 40% más baratos para los motores de estos vehículos que para los que son industriales diésel.

El estudio de estas alternativas a los combustibles fósiles tiene como objetivo la supresión de la dependencia de los mismos, para lo cual se debe acompañar con otros en el modelo energético. Según el estudio realizado por Scania (fabricante de vehículos pesados) se prevé que para el año 2050 una quinta parte de los vehículos industriales utilizarán biocombustibles. Para las pilas de combustible la situación es un poco distinta, se podrían convertir en una opción factible si se consigue encontrar la manera de abaratar el precio que requiere esta tecnología, así como abastecer de manera estable el hidrógeno a medio plazo.


¿Cuáles son los principales combustibles alternativos?

Los combustibles alternativos cada vez se encuentran más entre nosotros para dejar atrás a los tan contaminantes combustibles fósiles. Algunos de los más importantes son:

Gas natural

El gas natural es una mezcla de gases, entre los que se encuentra en mayor proporción el gas metano. Este tipo de combustible contiene metano en una proporción de entre el 75% y el 95% del volumen total de la mezcla. Asimismo, su combustión es graduable y produce poca contaminación. La producción de CO2 es poco mayor de la mitad de la producida por los restantes combustibles fósiles.

Hidrógeno

Este es un gas incoloro e inodoro, gracias en gran parte a que su mayor componente sea el agua. Aunque, cabe señalar que, como compuesto, existe en cantidades incalculables. El combustible de hidrógeno cuenta con una emisión de CO2 nula a través del uso de celdas electro químicas o la propia combustión en motores internos, para poder propulsar los vehículos y dispositivos eléctricos.

Gas licuado

El GLP es la mezcla resultante de la combinación entre propano y butano, comprimiéndolos hasta que estos se vuelven líquidos y dan lugar al GLP. Su principal ventaja respecto a los dos anteriores es el hecho de no emitir óxidos de nitrógeno (NOx) ni partículas en suspensión (PM).


¿Qué ventajas nos reporta el gas natural frente a otros?

combustibles alternativos

A día de hoy, el gas natural parece ser la opción idónea que los fabricantes de vehículos de transporte y del sector logístico llevaban años buscando para dar sustitución a los combustibles basados en el petróleo. Ninguna de las otras alternativas limpias como la energía solar o la electricidad, han recibido tantas alabanzas como este combustible en cuanto a las energías alternativas utilizadas para el transporte de mercancías.

Existen dos tipos distintos de gas; el GLP – consistente en una combinación de propano y butano - y el GNV – procedente del gas metano -.

Las principales ventajas con las que cuenta el gas natural frente a otros combustibles alternativos son las siguientes:

Ahorro de entre el 30% y el 40%.
Según los expertos en esta materia, el ahorro que supone el gas natural frente al gasóleo es de entre un 30% y un 40% menos de desembolso respecto a la gasolina.

Menor emisión a la atmósfera.
Las emisiones de óxido de nitrógeno que son desprendidas por los combustibles se reducen hasta en un 85% con el empleo de gas natural. El calentamiento global podría reducirse considerablemente mediante la sustitución de los motores que utilizan combustibles tradicionales por otros de gas natural, puesto que el volumen de partículas en suspensión con el que cuentan estos últimos es significativamente menor. Además, minimizan en un 15% las emisiones de CO² a la atmósfera.

Menor contaminación acústica.
Otra ventaja que nos reporta el gas natural se conforma debido a que los vehículos impulsados por este combustible son mucho más silenciosos. En el transporte de mercancías es necesaria una gran flexibilidad en las operaciones de carga y descarga de mercancía en la distribución urbana. Esto implica repartos a primera hora de la mañana y por las noches, lo que aumenta la necesidad de vehículos más silenciosos y que causen las menores molestias posibles.

Mayor vida útil.
La vida útil estimada de los vehículos que utilizan este combustible es mayor, lo cual contrarresta su mayor coste de adquisición respecto a otras alternativas. Su uso supone la eliminación de las averías de los filtros anti partículas, conductos de admisión, pistones, etc. Esto es debido a que el gas natural no cuenta con subproductos generados por la combustión.



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