La DGT aumenta el control a las furgonetas

Tras el aumento de los índices de siniestralidad que han tenido lugar en los últimos años, pasando de un 8,6% en 2013 a un 11% durante el pasado año 2018.

DGT y controles a furgonetas

En este sentido, la Dirección General de Tráfico ha establecido medidas más restrictivas llevando a cabo una campaña especial en la que se incrementarán los controles realizados a estos vehículos.

Y es que, el pasado año, las furgonetas fueron protagonistas de 10.844 accidentes con víctimas, de las que 234 personas fallecieron, 153 terceras personas (peatones u ocupantes de otros vehículos) y 81 ocupantes de la furgoneta.

La mayoría de estos accidentes han tenido lugar en vías urbanas (57%), mientras que en las interurbanas el número se produce pero se aumenta la gravedad de los accidentes.

Por consiguiente, los controles serán establecidos sobre todo en carreteras convencionales ya que son las que cuentan con un mayor índice de siniestralidad durante los últimos tiempos, así como en zonas de mayor peligro como pueden ser las proximidades a centros comerciales, polígonos industriales o emplazamientos de carga y descarga.

Los controles tampoco se saldrán demasiado de lo común a lo que estamos acostumbrados en este tipo de situaciones. En este sentido, los agentes podrán comprobar la velocidad, la documentación tanto del vehículo como del conductor, revisar las mercancías transportadas, controles de alcohol y drogas, ITV, etc.

¿Qué diferencias hay con el turismo?

Las furgonetas son el vehículo de transporte terrestre de mercancías más utilizado dentro de la clasificación de vehículos ligeros, llegando a los 2,4 millones de furgonetas, lo cual supone el 7% del total de vehículos del parque nacional.

En este sentido, la mayoría de las furgonetas se suelen utilizar para el transporte rápido de mercancías en recorridos cortos, en general, para el ámbito urbano.

Además, la conducción de una furgoneta no es lo mismo que la conducción de un vehículo como un turismo, aunque para ambos haya que obtener el permiso B de circulación. Al igual que tampoco son aplicables las mismas reglas o normas para una furgoneta que para un camión, aunque ambos se suelan utilizar para el transporte de mercancías por carretera.

El problema es que las furgonetas no llevan limitadores de velocidad como los tacógrafos en los camiones, por lo que resulta imposible para los agentes predecir el tiempo que el conductor de una furgoneta lleva en la carretera, permitiendo que dichos conductores continúen su marcha muchas más horas de las que se debería.

Sin embargo, la normativa que se aplica a ambos vehículos no es la misma, ya que se hace una distinción entre vehículos pesados de transporte de mercancías (camiones) y vehículos ligeros de transporte de mercancías (furgoneta), en gran parte, debido al uso del tacógrafo diferente en uno y otro porque, como hemos comentado, es imposible verificar las horas que un conductor de furgoneta lleva conduciendo, al contrario de lo que ocurre con los conductores de camiones.

Por otra parte, volviendo a los turismos, el peso de una furgoneta es como dos o tres veces un turismo, factor que afecta en la conducción. Del mismo modo ocurre con la sujeción de la carga que juega un papel fundamental en caso de accidente, no solo para los ocupantes de la furgoneta sino para los individuos que circulen por la calzada o en otros vehículos implicados.

Factores de riesgo: distracciones por uso profesional

En primer lugar, cabe destacar que un mayor riesgo de accidentalidad se conforma debido a la altura que tienen estos vehículos, mayor que la de un turismo, lo que conlleva que su centro de gravedad esté más alto y, por tanto, sean más inestables y sensibles a vientos laterales. Es por eso, que las furgonetas pueden salirse de la vía o incluso volcar, al circular con una velocidad inadecuada, ya que su centro de gravedad está a una mayor altura.

Otro factor de riesgo serían las dimensiones de estos vehículos, lo que reduce el campo de visión que el conductor tiene dentro del vehículo, sobre todo en ángulos muertos y visión trasera.

Las furgonetas también suelen presentar mayores defectos en los neumáticos que otro tipo de vehículos, lo cual hace fundamental el hecho de comprobarlos cada cierto tiempo. La DGT recomienda que la profundidad de las ranuras de los neumáticos tengan, como mínimo, 3 milímetros, aunque el límite legal está en 1,6 milímetros.

Por último, al utilizarse para el transporte de mercancías, este hecho puede ser el factor determinante en la generación de accidentes ya que pueden surgir distracciones mientras se conduce, como buscar direcciones durante la conducción, documentación o cualquier tipo de dispositivo electrónico o móvil.

Además, cada vehículo cuenta con una masa máxima autorizada que no se puede sobrepasar, por lo que debemos asegurarnos de que llevamos la cantidad de mercancías adecuadas para no estar cometiendo una infracción y que pueda responder correctamente cuando frenemos o tomemos una curva. También es muy importante la distribución de la carga dentro de dicho vehículo, colocando abajo los productos que pesen más a ambos lados, y realizando sujeciones para evitar que se desplace durante el trayecto.



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