Dentro de la parte logística, existen varios tipos de servicios y variables aplicadas para garantizar el mejor servicio a los clientes de una empresa.
Una de las ramas de este ámbito que requiere una atención especial en cuanto a su proceso, precauciones y legislación asociada en el transporte ADR.
El ADR son las siglas del Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de cargas peligrosas por vía terrestre.
A través de este pacto, se consolidaron los pilares para la distribución de este tipo de materiales, con necesidades muy específicas a nivel de traslado, pero vitales para una gran cantidad de industrias y servicios.
Las normas fijadas en el tratado se han ido actualizando para garantizar seguridad ciudadana y medioambiental. La normativa ADR enlaza un gran número de factores como son la documentación necesaria para poder ejercer la actividad logística, sus modos de embalaje y las formas de transporte, carga y descarga.
El acuerdo comprende el aspecto del etiquetaje ADR, muy importante para saber en todo momento el tipo de material que se está transportando y sus necesidades de manipulación.
El tipo de transporte para este tipo de mercancía varía, en función del tipo de material.
Existe un tipo de transporte específico para materiales explosivos, otro para contener líquidos inflamables o peróxidos orgánicos.
Los materiales se contienen en cisternas fijas o desmontables, con distintos tipos de capacidad dependiendo del tipo de material.
Para que un transporte sea aprobado para el transporte ADR, es necesario contar con el “Certificado de aprobación ADR”. Se puede obtener por diversas vías y se expide directamente en los modelos oficiales de transporte.
Respecto al etiquetado ADR, hay una serie de normas relativas a este factor; la información debe ser clara y visible, para evitar problemas.
Las etiquetas deben ser cuadradas y colocadas en forma de vértice. Según la peligrosidad, las etiquetas varían. Los tipos de materiales y su clasificación de peligro son de muy diversa clase: desde objetos explosivos a materias comburentes, pasando por gases, materiales inflamables, tóxicos o infecciosos, entre otros.
Las etiquetas tienen que quedar a la vista, independientemente del tipo de material ADR que sea; si el bulto es de pequeñas dimensiones, se colocará de la forma más visible posible que el embalaje lo permita.
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