El cierre de fronteras más caro de la historia europea

Reino Unido ha decidido cortar los lazos de conexión con la Unión Europea, pero 45 años de alianza no serán fácilmente adaptados para una nueva convivencia extracomunitaria.  Existe incertidumbre en el flujo de mercancías entre isla y continente.

Los motivos que le han llevado a tal determinación son sobretodo políticos y sociales, aun que las principales consecuencias serán de carácter económico. Reino Unido desea, entre otras cosas, frenar la inmigración ilegal. 

Restringir la libre circulación es su principal opción para ello, pero debe estudiar el efecto que tendría tanto sobre personas como sobre mercancías. Se deberán reformular todo lo relacionado con el comercio exterior: aranceles, tratados, acuerdos, leyes, normas, etc.

Un dato curioso sobre la balanza comercial de Reino Unido es que importa más de lo que exporta, o lo que es lo mismo, compra más mercancía de la que vende. A pesar de tener varios buenos socios comerciales extracomunitarios, como Estados Unidos y China, tanto sus exportaciones como importaciones tienen origen o destino europeo.

La gran pregunta que se hace ahora es cómo afectará esto al transporte de mercancías por carretera. Nadie es capaz de decir con claridad qué va a pasar una vez se produzca la desconexión, pero todos entienden que habrá un incremento de costes y que los tiempos de espera aumentarán. Ya no será tan eficiente subir a las Islas Británicas, pero los ciudadanos seguirán consumiendo productos europeos, con toda seguridad.

Podemos esperar largas colas de camiones en la frontera franco-británica, exhaustivos controles de seguridad o nuevos trámites aduaneros.

Ante tal incertidumbre en el sector del transporte, la organización internacional del transporte por carretera IRU ha mantenido encuentros con la intención de comenzar a dar soluciones a los problemas que empiezan a plantearse ante la salida británica de la Unión Europea. Como principal objetivo, el mantener la libertad de circulación de mercancías.

La relevancia del asunto es considerable, por lo que se espera llegar a acuerdos para el comercio, las aduanas y el transporte en general que beneficien tanto a europeos como británicos.

Sin embargo, aún queda tiempo por delante para la creación completa del nuevo marco regulador en materia de transporte de mercancías por carretera.

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